lunes, 30 de junio de 2014
La niebla en el bote de los encurtidos ------- (un desvío)
"Inga, deja este delirio incomprensible e irracional y dedícate a algo útil. El amor universal es un cuento de hadas y eres mayor para estas cosas."
" Inga, no te escondes en la belleza. Estás simplemente huyendo de la realidad."
Inga, ¿porque no nos traes algo mas para picar de la cocina, cariño? ¡Oy, mira mira, 3 puntos mas! Vamos ganando!"
"Mira Inga, tu marido se queja que no eres muy cariñosa con él. Ya no sabe que hacer contigo, y está en su derecho. Es tu deber de complacerle."
"Mira Inga, aparte de ser una esposa inútil - ¡eres mala madre también! No sirves para nada, estás malcriando la niña terriblemente. ¿Porque no haces caso a lo que la gente te dice y entras en razón de una vez?"
"- ¿Quien te lo ha dicho?- Nadie. - ¿Y como lo sabes? - Lo sé. No sé como lo sé. Pero lo sé. - Si no puedes explicarlo de una manera racional es que tu supuesto saber no vale para nada. Será mejor que dejes estas tonterías y vives como una persona normal."
"En fin, será mejor que te calles."
Y más. Más. Más años, más palabras. Más intentos (inútiles) para ajustarme a algún ( o cualquiera, o todos) molde. La niebla bajo presión se va condensándose y se convierte en una gota del rocío. Y desparece desapercibida al volcar el bote intentando adivinar donde se fue a parar la niebla... (- Pero claro, ¡hemos cerrado la tapa bien!).
"Be water, my friend."
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