martes, 29 de abril de 2014
Nulidad
Y cada vez que me viene alguna idea como podría arreglar un poco mi vida material y vivir más a gusto y acuerdo con necesidades intelectuales y físicas y en que podría "trabajar" - me sobrevienen encima los arreglos sociales, documentos, impuestos, etc., lenguaje de instituciones estatales incomprensible (entiendo las palabras pero la comprensión del significado está completamente fuera de mi sistema...). Me acuerdo de mi nulidad social y de imposibilidad por mi parte de cambiarlo. Me entra una aprensión insoportable y quiero llorar. Un escalofrío.
Tengo que contemplarlo mas detenidamente.Porque esto se vuelve repetitivo ya. Tengo que repensarlo.
Otra vez - ser menos de lo que eres. Y ¿que soy? Otra vez me resigno a mi misma a un mundillo pequeño y repetitivo. Tal vez, precisamente esto soy, esta es mi "persona" si siempre lo hago. Lo pequeño. Y quizás hay que simplemente aceptarlo de una vez por todas.
(Oy, Inga, ¡que tonterías piensas! Pero sí...)
La consciencia de propia miseria es lo más apremiante. Todo lo demás se puede cambiar (?) pero la noción de la miseria intrínseca sigue.
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